En una escuela primaria, la maestra dijo, “Tommy, mira por la ventana. ¿Ves el cielo?” “Sí, maestra,” respondió el niño.
Volvió la maestra a preguntar: “Tommy, ves a DIOS?” Tommy contestó, “No, maestra.” La maestra explicó: “Eso es para que ustedes se den cuenta de que Dios no existe.
” Entonces, una niña se levantó y le preguntó a la maestra: “¿Puedo hacerle una pregunta a Tommy, maestra?” “Claro que sí,” dijo la maestra. Entonces, la niña le preguntó: “Tommy, ¿ves la cabeza de la maestra?”
El chico, ya aburrido de las preguntas, contestó, “Sííííí.”
La niña volvió a preguntarle, “¿Y puedes ver el cerebro de la maestra?” “Noooo,” contestó él. Entonces, la niña les dijo. “Eso quiere decir que la maestra no tiene cerebro.”