Un pastor le dijo a una anciana que fuera a la iglesia y ella le contestó: "No puedo dejar solo mis pollitos.” "No se preocupe, Dios se los cuidará,” le contestó el pastor.
En pleno culto el pastor dijo, "Adoren a Dios, que está aquí con nosotros," y la anciana dijo: "¡Hay pues, me dejó los pollos solos!"
En pleno culto el pastor dijo, "Adoren a Dios, que está aquí con nosotros," y la anciana dijo: "¡Hay pues, me dejó los pollos solos!"