Estaba un borracho afuera de su casa y le grita a su mujer: "Vieja, ábreme la puerta." Y su mujer le responde: "No porque vienes borracho, allí te vas a quedar afuera." Entonces en tono molesto le dice: "Abre la puerta o la tumbo a patadas."
Y la respuesta de la mujer fue la misma, hasta que le dice en tono dulce pero morboso: "Viejita, si abres la muerta te voy a agarrar como a las lagartijas."
Entoces la mujer a bre la puerta y la pregunta: "¿Como las lagartijas, y cómo es eso?" Y le dice el borrachín: "¡A PEDRADAS!"